La Pausa Natural es un silencio completo que resulta de observar el ruido de la atención habitual, la cual compara, juzga, discrimina, separa y condena los hechos que acontecen.

La Pausa Natural detiene el proceso de la culpa, la queja, la crítica, la defensa, el ataque y el tiempo ilusorio de pasado y futuro. Permite la desidentificación con uno mismo, el cese de las justificaciones, explicaciones y argumentaciones extensas y demás mecanismos con los cuales se mantiene vigente el mundo que privilegia “lo bueno” y sustituye y rechaza “lo malo”.

La Pausa Natural permite un proceso de atención distinto al que surge del condicionamiento. De ella emerge la creatividad, la escucha atenta, la acción correcta y la paz. Es la esencia de los fundamentos del FECD.

El FECD promueve la Alfabetización de la Pausa como una posibilidad de paz en el Ecuador y el mundo.

Aquellos aspectos que se denominan fundamentales: paz, claridad, atención profunda, amor, no constituyen algo que se tenga que alcanzar o lograr, ellos podrán surgir si prestamos atención en la interacción diaria, a los obstáculos que impiden su florecimiento. Aquí, abordamos algunos de ellos:

Juzgar

Escuchar y juzgar al mismo tiempo son mutuamente excluyentes. O escuchamos o juzgamos. Si juzgamos no estamos escuchando. Sea en un tema personal o técnico, el juicio crea separación y puntos de vista divididos que se alejan de una escucha y observación profunda de los hechos.
El juicio nunca es nuevo, siempre es viejo, pues se origina en la experiencia del pasado.
Prestar atención a nuestro proceso de percepción basado en el juicio, interrumpe este hábito muchas veces inconsciente y abre la posibilidad de una escucha atenta y cercana a los hechos.

Culpar

La culpa nos aleja de nuestra propia responsabilidad de conocernos. Si prestamos atención a este hábito en las interacciones cotidianas, aprenderemos que la mayoría de problemas los creamos nosotros mismos a través de nuestra percepción. La culpa nos desvía de la responsabilidad propia, trasladándola a otras personas, hechos o circunstancias.
El culpar lleva implícito el juzgar.

Quejarse

Es una versión disimulada de culpar. Un hábito, muchas veces también inconsciente, que nos acomoda y justifica, y que a menudo nos conduce a la victimización desde donde nos defendemos y atacamos.
Si dejáramos de quejarnos y lamentarnos, la sociedad sería más bondadosa, pues la queja lleva la semilla de la insatisfacción propia y falta de gratitud con la vida.

Defenderse

Defenderse y atacar, de cierta manera, son lo mismo.
Si prestamos atención, defendernos es también una forma cubierta de culpar. No hablamos de la realidad física y práctica de protegernos frente a un peligro o contingencia física que nos ponga en riesgo, sino al proceso mental de convertirnos en víctimas permanentes de las circunstancias y personas a las que les otorgamos el poder de sumergirnos en el conflicto.

Pasado y Futuro

El pasado es la memoria y el conocimiento registrados y acumulados que se utilizan para comparar y recordar lo que fue y para proyectar lo que aún no es.
La memoria y el conocimiento -tiempo pasado y futuro- son útiles en los acontecimientos prácticos, logísticos, técnicos y físicos, no así en los procesos psicológicos de la suposición, especulación e ilusión. En estos últimos yacen el miedo, el sufrimiento y el dolor.
El presente, al contrario, es lo que acontece, lo que es.

APRENDER A OBSERVAR SIN PALABRAS

Las palabras son al mismo tiempo poder y limitación. No se puede pensar sin palabras. Los pensamientos y el lenguaje interpretan los hechos, no son los hechos. Hemos olvidado que podemos observar sin palabras; nos parece inconcebible poder hacerlo. Sin embargo, la palabra es el origen del juicio, de la culpa, del recuerdo y de la proyección.
Aprender a observar sin palabras, quizá es la puerta más sencilla hacia la compasión.

EL PODER DE LA PAUSA NATURAL

Cuando se pausa naturalmente es posible detener por un instante todos estos bloqueos y limitaciones de los que se ha hablado anteriormente.
Iniciar este proceso es una decisión exclusivamente personal.

(Tomado del documento "Fundamentos FECD", 2019)